sábado, 7 de diciembre de 2013

El nuevo escenario entre luchas de poder, nueva etapa de crisis y sus tareas políticas

El CEFMA invitó al sociólogo Gabriel Merino. Expuso su investigación sobre Lucha entre bloques de poder por la configuración del orden mundial y su escenario actual, acompañado por Mariano Ciafardini y Jorge Kreyness.
El Centro de Estudios de Formación Marxista (CEFMA) realizó una charla con Gabriel Merino, sociólogo y Coordinador del Centro de estudios de Formación e Investigación en Economía Política y Sociedad (CEFIPES), sobre su investigación de Lucha entre bloques de poder por la configuración del orden mundial y su escenario actual, en el panel lo acompañaron Mariano Ciafardini, abogado, integrante del Consejo Consultivo del CEFMA y miembro del Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos (IADEC) y Jorge Kreyness, Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista.
Merino fue introducido por Mariano Ciafardini,. Sobre la crisis global aseguró: “para entender las contradicciones internas del mundo en el que estamos viviendo hay que entender su génesis, si no entendemos de donde viene no sabemos a dónde va y es clave saber hacia dónde se va”. Expuso una tesis, considerando que la globalización es el desafío para la interpretación histórica y concluyó que ésta “es la última parte del imperialismo”.
El sociólogo explicó su trabajo, que se resume de un conjunto de investigaciones que se vienen desarrollando con el fin de aportar claves para entender la crisis global y el análisis de la situación geoestratégica actual. “Partimos de la localización del inicio de la crisis del Orden Mundial, con la desintegración del orden de Posguerra y una crisis económica capitalista sólo comparable a la de 1930, que comienza a partir del comienzo del nuevo siglo, en donde se observan dos procesos”, explicó.
Detalló que el primer proceso se da en el propio núcleo de poder angloamericano y consiste en el tránsito hacia una nueva forma de construcción imperialista global, que pone en crisis el orden anterior. En este momento de transnacionalización económica, política, militar e ideológica implica la proyección de EEUU de Estado-nación central a nodo estratégico del “Estado- Red Global”. El otro proceso lo localizó en el pasaje de la unipolaridad a la multipolaridad, con la emergencia, desarrollo y constitución de otros polos de poder mundial que desafían la unipolaridad, irrumpiendo en las grietas de la crisis. “La unipolaridad se manifiesta en dos estrategias: la unilateral -neoconservadora y “americanista”-, de la fracción retrasada; y la multilateral -neoliberal y “globalista”-, de la fracción avanzada”. Merino hace énfasis en diferenciar la multipolaridad de la multilateralidad: “Para el proyecto financiero global, los llamados países “emergentes” son mercados del capitalismo transnacionalizado, múltiples lados de un polo de poder y de un mismo proyecto político estratégico. La multipolaridad, en cambio, se da a partir de la emergencia de bloques de poder con proyectos políticos estratégicos propios, que desafían al proyecto financiero global. Esta es la puja que se libra en los llamados países emergentes: ser mercados emergentes o ser bloques de poder autónomos”.
Añadió que la crisis global implica la agudización de dichas contradicciones en territorios centrales del capitalismo occidental, entre ellas la fractura y diputa al interior del núcleo angloamericano, en la crisis de 2008, y el desarrollo de la Unión Europea-Euro que avanza como Estado Continental y reclama un re-reparto de poder, en la crisis de 2010. Asimismo a la vez se agudizan las contradicciones con los polos emergentes: Rusia, China y, en proceso de desarrollo, Irán y aliados, ALBA y MERCOSUR.
Merino aseguró que, como en toda gran crisis mundial, se está frente a un cambio de época que, como la crisis capitalista del 30 y el período de entreguerras, constituye una transición hacia la configuración de un nuevo orden mundial. Ello define la situación estratégica. Ubica al inicio de la crisis con el comienzo del nuevo siglo, en el período 1999-2001, donde comienza la transición y posee distintos momentos. En estos, explicó, pueden observarse los alineamientos que dan lugar a la constitución de ciertas articulaciones, a partir de las que se definen los campos de fuerzas enfrentados. “La interna angloamericana se
manifiesta entre 1999-2001 y vemos su estallido en 2008 cuando se generaliza la crisis global a partir de la caída de las Torres Gemelas. El siguiente momento refiere a las crisis Europea y los enfrentamientos entre fines de 2009 y principios de 2011, cuando estalla la intervención-guerra civil en Libia y en Siria. A partir de allí tenemos una nueva situación de enfrentamiento progresivo entre el campo de los “aliados occidentales” comandado por el bloque de poder angloamericano global (aunque no sin contradicciones) y los bloques de poder emergentes”, sintetizó.
Sentenció que toda transición tiene un lapso de oportunidad histórica, y ésta puede orientarse hacia la restauración de un nuevo orden basado en imperialismo o bien avanzar hacia la transformación histórica revolucionaria. En el segundo sentido, el sociólogo concluyó en que hay que aprovechar la oportunidad y que se acelera la necesidad de profundizar los procesos e construcción: “Se acelera la agudización entre las contradicciones interimperialistas entre bloques de poder y bloques emergentes. Se acelera, en términos históricos, la necesidad de los pueblos de consolidar fuerzas sociales”. Sostuvo que las fuerzas desarrollistas, dentro de estas alianzas contradictorias que conducen los procesos latinoamericanos, no van hacia la tendencia de la conformación de bloques de poder, porque la conformación de un bloque de poder tiene que estar en la ecuación Estado, Producción y Trabajo, desarrollando lo central desde el Estado. “Sin una empresa tecnológica, fondo del sur, Banco del Sur, moneda, industria para la defensa, se retrocede, si no se profundiza se retrocede. Porque esta burguesía –refiriéndose al desarrollismo que conduce los procesos latinoamericanos- no son burguesías estratégicas de estado, hasta acá llegan. Por eso se vuelve central entender este nuevo escenario entre luchas de poder; esta nueva etapa de la crisis y entender las tareas políticas que implican este nuevo escenario”, concluyó.

Para cerrar la charla habló Jorge Kreyness y destacó: “Para dar una pelea en términos adecuados necesitamos conocer al enemigo, sus contradicciones y sus estrategias de dominación, para ver no sólo cómo construir sino también dónde nos posicionamos. Para no confundir al enemigo”. Agregó que es necesaria la actualización permanente, para saber cómo ubicarnos.