miércoles, 8 de marzo de 2017

#8M: ¿POR QUÉ PARAMOS?

Hoy no celebramos, hoy conmemoramos el aniversario de la muerte de 146 obreras neoyorquinas que, calcinadas, fueron asesinadas por luchar por mejores condiciones laborales a principios del siglo XX.
También hoy paramos y marchamos para decir basta. en la Argentina el año pasado 290 mujeres fueron asesinadas el año por ser mujeres.
Además de pedir por la vida, también pedimos que como trabajadoras se nos respete y garantice una igual remuneración por igual tarea.
Exigimos que se reconozca nuestra plena libertad, porque sabemos que una mujer económicamente dependiente de su pareja, tiene muchos menos recursos para decirle no al maltrato.
También reclamamos el derecho de contar con una educación integral para planificar y decidir sobre nuestra maternidad, pero también que nos permita elegir cómo vivir nuestra sexualidad y afectividad, sin sometimientos de ninguna clase.
Es CLAVE no desconocer el rol del Estado, tanto para nuestra integridad física y psíquica como para su responsabilidad de concientizar. Por ello denunciamos y no aceptamos un nuevo recorte del Gobierno Nacional como el que discrecionalmente redujo 67 millones de pesos del presupuesto destinado a combatir la violencia machista.
Hoy marchamos para decir basta, pero también porque entendemos que las desigualdades que vivimos las mujeres son consecuencia de la injusticia social y es, NADA MENOS, que el cúmulo de una historia desigual, un problema de todas y todos.
La salida es CIVILIZATORIA o no es salida. La consigna de hoy es romper con la matriz cultural que reina, donde cada uno está sumergido en un cúmulo de individualidades y no es suficiente con que te pueda pasar a vos o a alguien cercano, necesitamos que no le pase a nadie. ¡Más amor, por favor!
La lucha contra la violencia, la lucha por la equidad, no puede estar escindida de la lucha por la justicia en la búsqueda del buen vivir. Son el individualismo feroz y el capitalismo salvaje que producen que el conjunto de los seres humanos sean lobos de los seres humanos y multiplica todas las formas de violencia, entre ellas la de género.