Por Gabriel Merino
8 de Diciembre de 2010
La
península de Corea vuelve a estar en el centro de la escena mundial como hace
60 años. Luego de 57 años de haberse firmado el armisticio que dio por
concluidos los enfrentamientos bélicos entre Corea del Norte (aliada a la URSS y a China) y Corea del
Sur (territorio ocupado por las fuerzas aliadas con EEUU al comando), este
último año volvieron a recrudecerse las amenazas, provocaciones, maniobras y
acciones bélicas. Nunca se firmó la
Paz, ni se dio por concluida la guerra que dio inicio a la
llamada “Guerra Fría”. Y hoy se reabre un nuevo capítulo de esa guerra en un
nuevo gran escenario de lucha mundial por el poder, de enfrentamiento por
definir el nuevo orden mundial que vendrá.
No
es casualidad. Como tampoco lo es que luego de 58 años la IV Flota norteamericana
vuelva a patrullar los mares del Sur, en respuesta a la consolidación de un
bloque regional del poder suramericano –la UNASUR. Y
tampoco es casualidad que se de en un escenario de crisis financiera y crisis
económica mundial sólo comparable con la crisis del 29’-34’
que antecedió a la
Segunda Guerra Mundial. Y no es casualidad, que alrededor de
la zona de influencia directa del bloque que desafía el orden mundial impuesto
por el polo angloamericano, con China a la cabeza, se den los principales
enfrentamientos bélicos actuales o potenciales: Afganistán, Corea, Iran, Irak,
Palestina-Israel-Líbano.
En
las relaciones de fuerza internacionales no existe la causualidad auque siempre
haya una cuota de fortuna que escape a todos los planes.
La
crisis de mayo
El
26 de marzo de 2010 es hundida la corveta surcorena “Cheonan” en el Mar
Amarillo. El 20 de mayo se acusa a Corea del Norte (aliado de China) de dicho
hundimiento –quien
niega toda participación—,
provocado por un supuesto ataque desde un submarino norcoreano, según una
investigación “internacional”, realizada por “expertos” surcoreanos,
estadounidenses, británicos, canadienses y suecos. Todos aliados.
El
informe se da a conocer en el mismo momento que se profundiza al máximo la
crisis europea producto de los ataque financieros angloamericanos sobre el euro
y la deuda, y es China quien sella una alianza con Alemania para rescatar al
euro, comprar deuda de Grecia y España, abrir más el mercado Chino a las
empresas alemanas y francesas, y adquirir bienes de capital estratégicos, de
alta tecnología, para profundizar el proceso de industrialización.
La
evidencia provista por Global Research con sede en Washington, citada también en
un artículo Fidel Castro (El imperio y la mentira, 4 de junio de 2010), es más
que clara con respecto a que el hundimiento de la corveta surcoreana fue
realizada por los propios Estados Unidos, algo que también sostiene China.[i]
Por más que dicha afirmación (a pesar de la contundente evidencia) no sea
cierta, lo que si es cierto es que muy poco probable que las fuerzas
norcoreanas hayan hundido dicha corveta y que la acusación de EEUU, Corea del
Sur, Inglaterra y demás aliados a Corea del Norte tiene claros objetivos.
Son
dos los objetivos que se pueden deducir por parte de las fuerzas
angloamericanas. En primer lugar, como se observa en el artículo citado, tumbar el proceso político de Japón, en donde
por primera vez en medio siglo logró ganar un partido distinto al PLD,
instalado en el poder por los Estados Unidos, que dirige dicho país desde 1955
como aliado subordinado del imperialismo angloamericano. El triunfo del PD en
2009 significó un giro nacionalista en la política japonesa, que entre otras
cuestiones solicitó el abandono de la base militar de Okinawa por parte de las
fuerzas armadas norteamericanas.
La
mesa de los 6 en la cual se deciden los asuntos coreanos es bastante gráfico
para describir las relaciones de poder en Asia. Esta mesa la componen EEUU,
Japón y Corea del Sur, por un lado, y China, Rusia y Corea del Norte por otro.
Es decir, es una mesa con dos bandos enfrentados. Imaginemos lo desbalanceada
que iba a quedar dicha mesa si a uno de los bandos se le caía una para o
quedaba neutralizada, es decir, Japón, con el cambio de gobierno.
El
objetivo de tumbar el nuevo gobierno japonés finalmente fue logrado. El 1 de
junio el primer ministro Yukio Hatoyama anunció su renuncia tras sólo nueve
meses de gobierno.
En
segundo lugar, golpear a China y limitar su desarrollo y crecimiento autónomo
es el otro gran objetivo, que va atado al control de Asia. Como afirmamos
anteriormente, esto se da en plena profundización de la crisis mundial, con
China rescatando a la
Unión Europea y al euro, creciendo, acumulando y
expandiéndose impresionantemente. Una cosa es China como país emergente,
dinámico, subordinado al control de las redes financieras transnacionales
angloamericanas y su proyecto de globalismo financiero, asentado en la red de
city’s financieras con núcleo en el sudeste asiático en Hong Kong y Singapur, y
gran influencia en Shangai; otra muy distinta es China como bloque de poder
autónomo, tejiendo alianzas con Rusia y el eje germano-francés, así como
también con UNASUR y el ALBA, rompiendo el esquema de poder mundial
angloamericano y su transición hacia un nuevo imperialismo. Estas dos estrategias,
dos proyectos estratégicos y dos territorialidades hacen a la disputa principal
en el este de Asia, en donde las redes financieras transnacionales-globales
también tienen en la actualidad su núcleo más dinámico de crecimiento.
La
crisis de noviembre
La nueva crisis entre las coreas se
desata a partir de la respuesta de Corea del Norte a los ejercicios militares
que estaba realizando Corea del Sur en aguas en disputa del Mar Amarillo, a los
cuales se iban a sumar las fuerzas norteamericanas que tienen apostados 28.000
hombres en Corea del Sur. Seúl mismo admitió que realizaba ejercicios
militares con 70.000 hombres de la marina, a 20 km de la isla de
Yeonpyeong. Por otra parte, Corea del Norte acusa a Corea del Sur de disparar
sobre su territorio en dichos ejercicios, algo que Seúl niega, por lo cual
decidió responder con los disparos de artillería sobre la isla Yeonpyeong.
Corea
del Norte tiene el quinto mayor ejército del mundo, arsenal suficiente para
arrasar con Seúl y Tokio rápidamente y el respaldo de China y en menor medida
Rusia.
Paradójicamente,
unos días antes un científico norteamericano había dicho públicamente –con gran
amplificación mediática— que
las autoridades norcoreanas le habían mostrado una enorme y nueva planta de enriquecimiento
de uranio con cientos de centrifugadoras ya instaladas. Es decir, un gran
avance en materia nuclear, provisto por Pakistán, otro aliado de China, que
tiene fuertes tensiones en su frontera sur con la India y en su frontera norte
con Afganistán. De hecho, muchos sectores angloamericanos acusa a las fuerzas
armadas de Pakistán y particularmente a su hombres de inteligencia de apoyar a
los talibanes en la guerra de Afganistán, aunque el gobierno pakistaní sea
aliado de los EEUU.
Luego de los cruces de artillerías y
de la escalada discursiva entre las dos Coreas, EEUU decide reforzar la zona
con el portaaviones USS George Washington, que lleva 75 aviones de combate y
tiene una tripulación de más de 6.000 personas. En resumen, los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y
EEUU, que Seúl ya venía practicando, involucran a más de 100.000 hombres y la
movilización a la frontera entre las coreas de uno de los portaaviones más
grandes y potentes del mundo, además de la potente marina surcoreana con sus
embarcaciones y artillería. Más que un simple ejercicio, esto parece ser los
preparativos de guerra: ¿un posible ataque “preventivo” para destruir los
arsenales atómicos norcoreanos, diezmar su ejército, contener la frontera y
agudizar el enfrentamiento entre las coreas ante una posible Paz en la región
que disminuya el peso angloamericano, cambiando la correlación de fuerzas
estratégicas en Asia, limitando a China y sus aliados por el noreste (Japón y Corea)?
Por otra
parte, las fuerzas angloamericanas y sus aliados intentan cargar a Corea del
Norte con el hundimiento de la corveta y como quien inició los ataques en la
última escalada. Esta operación en el plano de la legitimidad ya no tiene la
fuerza de antes, por más que los medios angloamericanos apunten a China
directamente[ii].
Con el Consejo de Seguridad de la
ONU dividido, la producto de la crisis del orden mundial y el
cada vez más profundo enfrentamiento entre capitales
financieros-potencias-bloques de poder que cambió el mapa de poder mundial, las
fuerzas angloamericanas no logran sumar aliados en la condena a Corea del Norte
y la presión sobre China. No pueden sumar fuerza moral –legitimidad- para una
posible acción bélica. Por lo tanto deben revaluar e ir nuevamente hacia atrás,
retomando la negociación en la mesa de los seis: China, Rusia, Corea del Norte
y EEUU, Japón, Corea del Sur. Mesa de negociación completamente empantanada.
El inicio de
la escalada coincide con la profundización de la guerra financiera, con nuevos
ataques sobre la zona euro focalizados en Irlanda, España, Portugal e Italia
que golpea fundamentalmente sobre el eje germano-francés, y la profundización
de la guerra económico-comercial que toma la forma de guerra de divisas y
proteccionismo. Coincide además, con la decisión de China (como potencia
autónoma y no como mero mercado emergente) de jugar más fuertemente en el
escenario internacional en la disputa con las fuerzas angloamericanas, trazando
un conjunto de alianzas en África y América Latina, donde entra como jugador
muy menor en términos relativos pero con la fortaleza de estar en pleno avance
en medio de la crisis mundial.
Que en Asia
se den los mayores conflictos bélicos es debido a que es allí en donde se
encuentran las fuerzas más dinámicas que pueden cambiar la ecuación de poder
mundial en contra de los objetivos angloamericanos, tanto en su fracción
americana unilateralista-comisión trilateral-dólar-proyecto EEUU superpotencia hegemónica
como en su fracción angloamericana multilateralista-Consejo de Relaciones
Exteriores-moneda global- proyecto globalista financiero- Red de city’s
financieras de Estado Global.
Desde los
pueblos en lucha por sus procesos de liberación es central militar por la Paz, porque la crisis no
termine en gran guerra mundial, por mantener el multipolarismo, por mantener
nuestra política de neutralidad, por abogar por la autodeterminación de los
pueblos y condenar todas las intromisiones imperiales. Necesitamos aprovechar
el tiempo histórico que tenemos para
construcción del bloque de poder Suramericano-Latinoamericano ya que
debemos encontrarnos unidos y con poder suficiente para mantenernos neutrales
si la crisis continúa su profundización en el escenario político-militar.
Necesitamos construir el bloque de poder propio para tener la fuerza suficiente
para que no puedan venir por nosotros. Necesitamos ese tiempo histórico para
salir de la crisis mundial como Patria Grande justa, libre y soberana.
[i] “A
través de Global Research –tanque de pensamiento ligado a la familia Kenedy-
se conocen los detalles verdaderamente asombrosos de lo que ocurrió, gracias al
artículo de Wayne Madsen, periodista investigador que trabaja en
Washington DC, que divulgó información de fuentes de inteligencia en el sitio
web Wayne Madsen Report.
Dichas fuentes
—afirmó―
“...sospechan que el ataque contra la corbeta de guerra antisubmarina de la
Armada
sudcoreana Cheonan fue un ataque de bandera falsa hecho para que pareciera
provenir de Corea del Norte.”
“Uno de los propósitos principales para el aumento de las
tensiones en la península coreana era aplicar presión sobre el primer ministro
japonés Yukio Hatoyama para que cambiara de política sobre el retiro de Okinawa
de la base del Cuerpo de Marines de EE.UU. Hatoyama ha admitido que las
tensiones por el hundimiento del Cheonan tuvieron una importante influencia en
su decisión de permitir que los marines de EE.UU. permanecieran en Okinawa. La
decisión de Hatoyama ha llevado a una división en el gobierno de la coalición
de centroizquierda, un hecho saludado en Washington, por la amenaza del líder
del Partido Socialdemócrata, Mizuho Fukushima, de abandonar la coalición por el
cambio de actitud sobre Okinawa.
“El Cheonan fue hundido cerca de la isla Baengnyeong, un
lugar del extremo occidental alejado de la costa sudcoreana, pero frente a la
costa norcoreana. La isla está altamente militarizada y dentro del alcance de
fuego de artillería de las defensas costeras norcoreanas, que está al otro lado
de un estrecho canal.
“El Cheonan, una corbeta de guerra antisubmarina, tenía
sonar de tecnología de punta, y además operaba en aguas con amplios sistemas de
sonar hidrófono y de sensores acústicos submarinos. No existe evidencia
sudcoreana de sonar o de audio de un torpedo, submarino o mini-submarino en el
área. Ya que no hay casi navegación en el canal, el mar estaba silencioso en el
momento del hundimiento.
“Sin embargo, la isla Baengnyeong alberga una base de
inteligencia militar estadounidense-sudcoreana y SEALS [fuerzas especiales] de la
Armada
de EE.UU. operan desde la base. Además, había cuatro barcos de la Armada de EE.UU. en el
sector, parte del Ejercicio Foal Eagle EE.UU.-Corea del Sur, durante el
hundimiento del Cheonan. Una investigación de las huellas metálicas y químicas
del torpedo sospechoso muestra que es de producción alemana.
“Existen sospechas de que los SEALS de la
Armada
de EE.UU. mantienen una muestra de torpedos europeos con fines de denegabilidad
plausible para ataques de bandera falsa. Además, Berlín no vende torpedos a
Corea del Norte, sin embargo, Alemania mantiene un programa de estrecha
cooperación de desarrollo conjunto de submarinos y armas submarinas con
Israel.
“La presencia del USNS Salvor, uno de los participantes
en Foal Eagle, tan cerca de la isla Baengnyeong durante el hundimiento de la
corbeta sudcoreana, también suscita preguntas.
“El Salvor, un barco civil de salvamento de la
Armada,
que participó en actividades de colocación de minas por los marines tailandeses
en el Golfo de Tailandia en 2006, estuvo presente cerca del momento de la
explosión, con un complemento de 12 buzos de aguas profundas.
“Pekín, satisfecha con la afirmación de inocencia de Kim
Jong Il de Corea del Norte después de un viaje urgente en tren de Pyongyang a
Pekín, sospecha del papel de la
Armada de EE.UU. en el hundimiento del Cheonan, asociada a
sospechas particulares respecto al papel jugado por el Salvor. Las sospechas
son las siguientes:
“1. El Salvor participaba en una operación de instalación
de minas en el lecho marino; en otras palabras, colocaba minas antisubmarinas
disparadas horizontalmente en el fondo del mar.
“2. El Salvor estaba realizando inspección rutinaria y
mantenimiento de minas en el lecho marino, y colocándolas en un modo
electrónico activo –disparo
por gatillo sensible– como parte del programa de inspección.
“3. Un buzo de los SEALS colocó una mina magnética en el
Cheonan, como parte de un programa clandestino con la intención de influenciar
la opinión pública en Corea del Sur, Japón y China.
“Las tensiones en la península coreana han eclipsado
convenientemente todos los demás puntos de la agenda en las visitas de la
secretaria de Estado Hillary Clinton a Pekín y Seúl.” Fidel Castro, El Imperio y la mentira, 4 de junio de
2010.
[ii] “Corea
del Sur tampoco puede esperar que China controle a su vecino. Tras el incidente
del Cheonan, Lee pensaba que podía convencer a Beijing de condenar el ataque.
Pero China se negó, e incluso en agosto invitó a Kim a una visita oficial. Se
cree que, mientras estuvo allí, el líder norcoreano recibió dinero y la venia
de Beijing para sus planes de sucesión. Entregar
a Beijing la tarea de reformar a Corea del Norte parece una estrategia
desesperada. Es una señal de las pocas cartas que le quedan a Seúl - y por
extensión a Washington.” Financial Times, 25 de noviembre de 2010.