lunes, 2 de noviembre de 2015

PRODUCCIÓN vs. ESPECULACIÓN


La puja que se da en nuestro país no es ajena a la que acontece a nivel mundial y en toda América Latina.
La lucha es entre las fuerzas de la Producción y el Trabajo, donde el Estado es una herramienta fundamental para el Desarrollo, contra las fuerzas de las finanzas globales, el mercado y la especulación.
La lucha principal es entre el ‪#‎neodesarrollismo‬ nacional con inclusión social y base popular, que ahora expresa Daniel Scioli como candidato, en alianza con las fuerzas populares; contra el ‪#‎neoliberalismo‬ y el‪#‎neoconservadurismo‬ de Macri, representante de los intereses del proyecto excluyente que pretende deshacer todo lo conquistado.
Esto es lo que expresa la disputa ‪#‎Scioli‬ versus ‪#‎Macri‬. No se trata de una disputa de nombres o de estilos, se trata de una lucha entre proyectos, entre dos visiones, entre dos bloques distintos de fuerzas políticas y sociales.
No se trata de kirchnerismo versus antikirchnerismo, de lo nuevo contra lo viejo, de oficialismo contra oposición. La discusión es sobre proyectos de país:
Se trata de si fortalecemos lo público como herramienta central de justicia social y de desarrollo, o fortalecemos lo privado para que se beneficien y gobiernen unos pocos.
Se trata de si nos industrializamos y producimos valor agregado generando más trabajo, o si somos un país ‪#‎dependiente‬ agroexportador plagado de pobreza y exclusión.
Se trata de cómo resolvemos el cuello de botella económico en que nos encontramos, en un contexto internacional difícil. Hay dos caminos, más allá de los matices: inversión extranjera sin negociación y subordinados a sus imposiciones-condiciones, ajuste ortodoxo, endeudamiento externo y especialización primario-portadora de bajo valor agregado que agudizan los problemas estructurales de la economía y van a traer desempleo, pobreza y desigualdad; o desarrollo autónomo, con ‪#‎industrias‬estratégicas del Estado asociadas a pymes y cooperativas, redes regionales de valor y desarrollo científico-tecnológico autónomo.
Se trata de si tenemos ciencia y tecnología propia para desarrollarnos, y un sistema educativo público que dé oportunidades a todos; o si mandamos nuestros científicos a lavar los platos, a que se vayan a producir tecnología y riqueza al extranjero y se avance hacia un sistema educativo privado, con oportunidades para pocos.
LA HISTÓRICA LUCHA ‪#‎NUESTROAMERICANA‬
La lucha en Nuestra América es entre la integración regional autónoma del MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC para seguir avanzando hacia un bloque de poder regional, para construir soberanía y Justicia Social; o, por otro lado, la integración dependiente (Alianza Pacífico) para mantener a nuestros países bajo el poder de las corporaciones financieras globales y el poder transnacional, despojando a nuestros pueblos de sus riquezas y ampliando la pobreza y la desigualdad.
Hoy, para superar la crisis mundial que vivimos, el poder financiero transnacional, los grandes bancos y corporaciones, los grandes poderes mundiales y locales del capitalismo salvaje deben quedarse con la riqueza de los pueblos, deben despojarnos de nuestros recursos y controlar nuestros países, deben construir un mundo a su imagen y semejanza como lo hicieron en Argentina entre 1976 y 2002.
Eso es lo que está en juego en estas elecciones: si resistimos a esos embates, aún con contradicciones, o nos llevan puestos. Nunca es viable para los pueblos la consigna “cuanto peor, mejor”. Así piensan la política quienes no tienen que pensar con la panza.
LA UNIDAD DEL ‪#‎CAMPOPOPULAR‬
Para ganar debemos hacer a un lado todas las internas, todas las contradicciones secundarias y enfocarnos en nuestro objetivo. Tener en claro el contra quién y no perder la brújula por intereses mezquinos, por pensar en lo propio o en nuestros pruritos antes que en el pueblo. Hoy, más que nunca, la unidad es garantía de triunfo y de capacidad de disputa, mientras que la división nos lleva y nos llevó a la derrota.
Para ganar debemos reforzar la militancia en la calle, el contacto directo, el diálogo y el debate de proyectos de país.
Para ganar debemos desarrollar un amplio frente por la producción y el trabajo, la justicia social y la soberanía. Un gran frente de quienes ven en la vereda de enfrente al proyecto financiero neoliberal.
Sufrimos un retroceso táctico pero no estratégico. Estamos en un momento de reflujo pero no de fin de ciclo. Porque no se trata del ciclo de un gobierno sino que los ciclos son de proyectos estratégicos y de visiones. Los grandes ciclos son civilizatorios y hoy estamos ante la imperiosa necesidad de construir civilización ante la decadencia y el desastre al que nos lleva el capitalismo financiero global.
Sigue viva la oportunidad histórica de los pueblos para escribir su propia historia, para conquistar una sociedad más justa. Así lo indica:
1- El mundo ‪#‎multipolar‬ en qué vivimos que nos permite maniobrar y construir alianzas frente a las fuerzas unipolares del capitalismo salvaje
2- El crecimiento de la conciencia social y la organización de estos últimos años, a pesar del problema de la división
3- La actual posición dominante de la iglesia en América Latina, que no está parada en la vereda de enfrente a los intereses populares, donde se destacan la agenda profundizadora que implican las tres T (‪#‎Tierra‬,‪#‎Techo‬ y ‪#‎Trabajo‬) y la lucha contra el consumismo y el “Dios dinero”.
En este escenario, para las fuerzas nacionales, populares y latinoamericanistas lo central es tener en claro un conjunto de ejes programáticos para la ‪#‎profundización‬ y construir fuerza político-social para la influencia institucional.
La clave es que los pueblos pasen de la fragmentación a la Integración y de la integración al ‪#‎PROTAGONISMO‬. Sólo así se podrán resolver a favor de los intereses populares éstas elecciones, el devenir del próximo gobierno en disputa y las inevitables decisiones estratégicas a tomar en este mundo complejo.

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